Transformers: Rise of the Beasts: una película con chispa 100% de Cybertron

Durante años se buscó que Transformers, la serie animada que conquistó el mercado en los 80, diera el salto al live action. En el 2007 esto se concretó de la mano del director Michael "Explosiones" Bay.

Bay presentó su versión y si bien no era perfecta, para ser el comienzo estaba más que bien. Dos años después tuvo lugar Transformers: Revenge of the Fallen, la cual en lugar de pulir los detalles más flojos, los potenció. Las tres secuelas siguientes que terminaron por formar el Bayberse, se convirtieron en puras e innecesarias explosiones, masivo despliegue militar (algo que ama el director) y transformers carentes de carisma y chispa, sin olvidar que muchos de ellos lucían afilados como una navaja suiza gigante.

En el 2018 llegó Bumblebee, sexta entrega, que planteó su historia como un soft reboot. La película de Travis Knight trajo la esencia original de Transformers, sumando los mejores puntos de las películas de Bay y detalles que los fans pedían hace tiempo. 

Cinco años después tiene lugar Transformers: Rise of the Beasts. Su historia cuenta que desde que Bumblebee y Charlie (Hailee Steinfeld) detuvieron la llegada de los Decepticons, él, Optimus Prime y otros Autobots, han permanecido ocultos en la Tierra. La situación cambia cuando se descubre un artefacto que podría regresarlos a Cybertron, su planeta natal y terminar la guerra contra los Decepticons. 

Ellos no son los únicos que están tras este valioso objeto, allí entran en escena los Terrorcons, emisarios de un mal mucho mayor: Unicron, el devorador de Planetas. El azar lleva a que dos humanos con distintas historias de fondo, llamados Noah (Anthony Ramos) y Elena (Domique Fishback) se unan a los Autobots para conseguir el artefacto y así poder alejar el mal que tiene en jaque al planeta. Cuando pensaban que estaban solos en la lucha, Optimus y los demás descubren que hay otros Transformers en la Tierra, que ocultos como bestias, han velado por la seguridad del planeta, los Maximales.

La película de Steven Caple Jr. supo equilibrar la historia otorgando protagonismo a Transformers con vida, rebosantes de chispa (el elemento que les da vida en el lore) junto a una acción que no satura, que emociona y hasta recuerda a los mejores momentos de las series animadas de Transformers G1 y Beasts Wars.

Otro de los fuertes de Rise of the Beasts es su elenco de voces, por ejemplo, Pete Davidson que da vida Mirage. El clásico Porsche 911 Autobot se roba la película con sus escenas y con la química que genera con el personaje Anthony Ramos. También marcan presencia los dos Optimus Prime, con las voces del rey Peter Cullen y el gran Ron Perlman. Tampoco hay que dejar de lado la banda sonora, que con grandes hits de los 90 y algunos creados para la ocasión, se combina a la perfección con todas las escenas.

Como puntos flojos se podría decir que hicieron falta más Transformers (para ambos bandos) y los Maximales merecían más tiempo en escena, de todas formas esto podría traducirse en que Paramount Pictures está guardando más cosas para lo que vendrá. Vale remarcar que la historia va dejando distintos guiños de lo que puede ser el futuro de la franquicia, especialmente la inesperada revelación que se da al final de la película.

En conclusión, Transformers: Rise of the Beasts es una película disfrutable, que no necesita personajes shakesperianos o toneladas de soldados que disparan mientras las explosiones vuelan medio EEUU, necesita robots gigantes que se transforman y que luchan contra el mal.

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