"Es ofensivo e hiriente": Al Pacino responde a las críticas tras su participación en los Oscar

Uno de los momentos más comentados de la 96° entrega de los Premios Oscar fue la extraña forma en la que Al Pacino anunció que Oppenheimer era la mejor película del año. Tras convertirse en un meme viral y ser objeto de descarnadas críticas, el actor rompió el silencio, dejando expuesta a la Academia por una decisión que estaba marcada en el guion de la ceremonia.

""Parece que ha habido algo de controversia porque no he mencionado cada película por su nombre la pasada noche antes de anunciar el premio a Mejor Película", expresó el oscarizado intérprete en un comunicado publicado horas después de la ceremonia.

Mira el momento en que Al Pacino presentó el Oscar a Mejor Película:

"Solo quiero aclarar que no fue mi intención omitirlas, fue una decisión de los productores el no decirlas de nuevo, pues ya fueron destacadas de forma individual a lo largo de la ceremonia. Fue un honor ser parte de la tarde y ser elegido para presentar este premio de la forma que desearon", agregó.

Según reveló Al Pacino en su misiva a los medios, su participación estaba guionada y formaba parte de una decisión "tomada creativamente" por parte de los productores del show que no quería extender el final de la ceremonia que comenzó dos horas antes de lo que solía comenzar hasta el año pasado.

"Me doy cuenta de que estar nominado es un gran hito en la vida y que no se les reconozca de forma plena es ofensivo e hiriente. Digo esto como alguien que se identifica profundamente con cineastas, actores y productores; así que empatizo profundamente con aquellos que han sido despreciados por este descuido y es por eso que sentí que era necesario hacer esta declaración", concluyó.

Esta no es la primera vez que un gran actor queda expuesto al presentar Mejor Película, en 2017, Warren Beatty y Faye Dunaway  llegaron al escenario con un sobre equivocado por eso, al nombrar a la ganadora, dijeron La La Land en lugar de Moonlight, la vencedora de ese año. Tras el traspié, Beatty y Dunaway se alejaron de la industria y no volvieron a presenciar una entrega de los Oscar.