Así fue el rodaje del clásico con Deborah Kerr y Robert Mitchum, Sólo Dios lo sabe

Hay clásicos que resisten al paso del tiempo como Sólo Dios lo sabe, uno de los dramas románticos más intensos del cine pese al casi nulo contacto físico que hay entre sus protagonistas.

Estrenada en 1957, la cinta sigue a Henry Allison, un marine estadounidense que está combatiendo contra las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.

"Un día su embarcación naufraga y éste queda a la deriva en un pequeño bote. Con esfuerzo logra remar hacia una pequeña isla en mitad del Pacífico pero está llena de japoneses, de modo que decide esconderse cerca de la playa. Allí se topa con una joven novicia llamada Ángela. Ella le cuenta que procede de Irlanda y que se encontraba aquí por motivos humanitarios, pero que tuvo que huir de los enemigos escondiéndose en el lugar. A pesar de las diferencias culturales de ambos jóvenes, pronto establecerán un bonito vínculo y permanecerán juntos en este lugar hasta que acabe la guerra. El soldado se enamorará de ella, pero sor Ángela entrará en un profundo dilema moral en el que deberá decidir entre seguir a Dios o entregarse a Henry", completa la sinopsis oficial del filme.

Protagonizado por Deborah Kerr y Robert Mitchum, Sólo Dios lo sabe fue rodada en Tobago, en medio de una sofocante ola de calor y con una invasión de mosquitos que tuvo al actor internado tras contraer dengue en medio de un escena.

Mira el tráiler:

Si bien el intérprete nunca faltó a un rodaje y dio hasta el 100% de su capacidad física y actoral en el set, lo cierto es que llegaba alcoholizado para poder soportar el calor que había experimentando sólo semanas antes cuando se encontraba en la isla para rodar Fuego escondido junto a Rita Hayworth y Jack Lemmon.

Por su parte, Deborah Kerr respetaba a rajatabla los horarios de rodaje, presentándose al set bien temprano y lista para pasar por maquillaje y vestuario pese a lo básico de su personaje que, al tratarse de una monja, no requería de mucho trabajo extra.

En un principio, todos pensaban que la relación entre los protagonistas sería muy mala debido a las diferencias entre ambos, pero, lo cierto, es que se volvieron inseparables, forjando una gran amistad, que hizo que la química entre ambos creciera en pantalla. Lo cierto es que los dos tenían una forma muy similar de trabajar ya que se entregaban en cuerpo y alma a la historia, aportando así todo en pos de la construcción del personaje.

Para muchos, Sólo Dios lo sabe es una de las películas más personales y entrañables de John Huston, que siempre tuvo un cariño especial por este título.