Sabrina: El clásico de Billy Wilder, que atormentó a Humphrey Bogart, cumple 70 años

Sabrina: El clásico de Billy Wilder, que atormentó a Humphrey Bogart, cumple 70 años

La cinta sigue a la hija del chofer de los Larrabee que, tras una temporada en París, regresa a casa convertida en una sofisticada mujer que despertará suspiros. El oscarizado actor no quería saber nada con la producción, a la que llegó por recomendación de su representante, ni con Audrey Hepburn.

Delfina Ortega Nodar

Delfina Ortega Nodar

Hay películas que, sin importar los años que se cumplan desde su estreno, están siempre vigentes; como es el caso de Sabrina, clásico dirigido por Billy Wilder en 1954.

A 70 años de su estreno, este clásico, que forma parte del catálogo de Apple TV+ para rentar, es una opción ideal para ver entre semana ya que cuenta con una duración de 113 minutos y es muy fácil de ver.

Mira el tráiler:

"La joven Sabrina, hija del chofer británico de los poderosos Larrabee, está enamorada del hijo menor de la familia, que coquetea con ella por puro entretenimiento. El padre la envía a Paris, de donde vuelve convertida en una mujer elegante y seductora que trastorna a los dos hermanos Larrabee, tanto al frívolo David como al hermético y adusto Linus", reza la sinopsis oficial del filme.

Protagonizado por Audrey Hepburn y Humphrey Bogart, el rodaje de Sabrina no fue nada fácil ya que atormentó al oscarizado actor que se arrepintió, desde el minuto uno, de haber aceptado el rol que, según su representante, lo alejaría de los papeles duros y lo acercaría aún más al público.

Para Bogart este era un proyecto plagado de red flags, ya que no le gustaban ni la película ni el guion, y no soportaba al director. Además, decía que Audrey Hepburn no sabía actuar y que por su falta de talento debían repetir las tomas varias veces.

"Sabrina" es un clásico moderno que prueba que dos artistas con talento son capaces de hacerle creer cualquier cosa a la audiencia, inclusive, que se aman
Crédito: Paramount Pictures

De hecho, parte de los retrasos en la filmación no era culpa de la actriz sino del director que al tratarse de la adaptación una obra teatral recién estrena por aquel entonces, no tenía listo el guion cuando comenzaron a rodar la cinta. Debido a los baches en la historia, Wilder debió pedirle ayuda a Hepburn, rogándole que lo cubriera fingiendo jaquecas y así tener que pausar el rodaje, evitando así el enfado de Humphrey Bogart que no hubiese soportado las pausas si hubiese sido consciente del real motivo: dejar que el realizador termine el guion que estaba ni cerca de cerrarse.

Más allá de los contratiempos, Sabrina es un clásico moderno que vale la pena ver, al menos, una vez en la vida; siendo ésta la prueba fehaciente de que dos artistas con talento son capaces de hacerle creer cualquier cosa a la audiencia, inclusive, que se aman.

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