El polémico western que se convirtió en un clásico de culto y todo fan del género debe ver

Esta película de los 70' generó controversia, se volvió de culto y es imperdible para cualquier fan del western. En la nota te contamos de qué se trata.

Peter Fonda es el director y protagonista de este western muy adelantado para su época.

Peter Fonda es el director y protagonista de este western muy adelantado para su época.

Universal Pictures

Pistolero sin destino (The Hired Hand) es un western de 1971 protagonizado y dirigido por Peter Fonda en su debut como director. Considerado hoy un clásico de culto, la película recibió críticas mixtas en el momento de su estreno. Fue etiquetada por algunos especialistas como otro “western hippie”, un término usado para describir filmes contraculturales dentro del género, y no alcanzó el éxito que Universal esperaba tras el éxito de Easy Rider (1969).

La cinta no recibió el reconocimiento que merecía durante décadas, y aunque alcanzó a una nueva audiencia tras ser restaurada en 2001, sigue siendo una joya oculta en la extensa filmografía del director.

Ver Pistolero sin destino hoy en día puede ser un estudio de cómo Peter Fonda comprendía la evolución del género western del que formaba parte. Las décadas de 1960 y 1970 marcaron el auge de los subgéneros anti-western, y las películas del Lejano Oeste estaban perdiendo popularidad. Los cineastas del género se volvían cada vez más innovadores. Los años 70 son la década de El Topo de Alejandro Jodorowsky y muchos otros westerns revisionistas icónicos de Sergio Leone, Clint Eastwood, etc.

El excelente trabajo de Peter Fonda en Pistolero sin destino muestra que él también parecía tener una visión única sobre lo que el género western podría ser.

¿De qué se trata Pistolero sin destino?

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Pistolero sin destino, dirigida y protagonizada por Peter Fonda.

Pistolero sin destino, dirigida y protagonizada por Peter Fonda.

La trama cuenta la historia de Harry Collings, un vagabundo que ha estado deambulando por el suroeste estadounidense junto a su amigo Arch Harris durante más de seis años cuando decide regresar a casa. Abandonó a su esposa e hija en un asentamiento, y ahora, después de años de penurias en el camino, regresar no parece una mala idea. Arch planea seguir hacia el oeste. Se despiden, pero eso cambia cuando su amigo Dan es asesinado.

Según McVey, el hombre que lo mató, Dan había atacado a su esposa. Harry y Arch no le creen; Dan era un buen chico. Se vengan disparándole al asesino en ambos pies y se dirigen al pueblo natal de Harry. Allí, Harry encuentra a su esposa Hannah viviendo como viuda. Ella es reacia a dejarlos quedarse, pero accede a contratarlos como trabajadores siempre y cuando Harry no le diga a su hija que él es su padre.

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El primer acto es un western bastante tradicional: comienza un ciclo de venganza y un hombre regresa a una mujer que no quiere problemas. Se anticipa claramente que los problemas seguirán a Harry hasta su hogar, y ya se puede imaginar el tiroteo. Es una película emocionante en términos de acción, especialmente con el antagonista agonizando mientras observa sus pies ensangrentados a menos de 30 minutos del inicio.

Una exploración progresista del amor

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Peter Fonda, y Warren Oates en Pistolero sin destino.

Peter Fonda, y Warren Oates en Pistolero sin destino.

Sorprendentemente, la película se convierte en una exploración increíblemente profunda y progresista del amor y el compromiso. A través de la historia de un hombre cansado de perseguir lo inalcanzable, la trama explora explícitamente la homoafectividad y la libertad sexual. De alguna manera, los viajes de Harry al oeste representan sus dudas y miedos sobre su propia sexualidad.

Harry, Arch y Hannah desarrollan un triángulo amoroso contenido, en el que los tres sienten atracción mutua, pero se sienten incapaces o prohibidos de actuar en consecuencia.

La cinta no solo rechaza el concepto de Destino Manifiesto, raíz del género, sino también todos los estereotipos predecibles de estos personajes. Harry no encaja en el arquetipo del protagonista “macho” del western; solo los villanos actúan de forma sexista y agresiva.

Pistolero sin destino es una comparación realista de las tendencias universales en las relaciones entre hombres y hombres, y entre hombres y mujeres, a través de una narrativa del Lejano Oeste. Pero, más importante aún, es una historia con un enfoque feminista y pro-libertad.

Cinematografía, edición y banda sonora excepcionales

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Pistolero sin destino.

Pistolero sin destino.

Más allá del guion original escrito por Alan Sharp y del impresionante debut como director de Fonda, hay muchos otros aspectos interesantes en Pistolero sin destino. La cinematografía, a cargo de Vilmos Zsigmond, es impresionante. Las tomas amplias del desierto, características del género, aquí se sienten diferentes: duran más, haciendo la película más contemplativa.

La banda sonora, compuesta por Bruce Langhorne, es otro punto destacado. Sus composiciones folk, que combinan sitar, violín y banjo, crean un contraste con las intensas imágenes. Langhorne era un respetado músico conocido por haber inspirado la canción Mr. Tambourine Man de Bob Dylan, y este fue su primer trabajo componiendo para cine.

En cuanto a la edición, Fonda contrató a Frank Mazzola, un editor que había trabajado en Performance (1970), un filme contracultural con un estilo de edición no lineal muy innovador. En Pistolero sin destino, Mazzola usó técnicas similares, incluyendo exposiciones dobles que le dan a la película un aire experimental.

Un clásico redescubierto

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Pistolero sin destino.

Pistolero sin destino.

A pesar de que Peter Fonda es conocido principalmente por su carrera como actor y su legado familiar, sus esfuerzos como director, aunque menos conocidos, demuestran su gran talento. Eligió un guion sensible de Alan Sharp para su debut, reunió un equipo excepcional y narró una historia poética que rompía con los clichés del western tradicional.

En 2001, Martin Scorsese ayudó a restaurar Pistolero sin destino, permitiendo que la película alcanzara una nueva audiencia y fuera finalmente reconocida como una obra maestra oculta de los años 70.