Steven Spielberg y el trauma de filmar Tiburón: "Pensé que me estaba dando un ataque al corazón"
Steven Spielberg confiesa que dirigir Tiburón fue un proceso traumático y le generó pesadillas durante años.
El director se sintió muy presionado durante la realización de Jaws.
Universal PicturesEste mes de junio se celebra el 50° aniversario de una de las películas más icónicas del cine moderno. Hablamos de Tiburón (Jaws), la cinta dirigida por Steven Spielberg estrenada un 20 de junio de 1975, y que cambió para siempre la forma de hacer, distribuir y consumir largometrajes.
Ya es bien conocido que la producción de Tiburón debió enfrentar innumerables obstáculos durante el rodaje. El estudio no estaba conforme con Spielberg, los días de rodaje se extendieron, excedieron el presupuesto, y Robert Shaw y Richard Dreyfuss se llevaban pésimo. Por si fuera poco, el tiburón mecánico diseñado para el filme rara vez funcionaba debido a que no estaba preparado para agua salado, y las secuencias rodadas a mar abierto resultaron más difícil de lo esperado. En otras palabras, era una película que estaba condenada al fracaso y que contra todo pronóstico terminó siendo un éxito de taquilla y, tiempo después, pasó a convertirse en un clásico del cine.
La presión cayó sobre los hombros de Spielberg
De más está decir que esta experiencia transformó por completo a Steven Spielberg, y aprendió valiosas lecciones a la fuerza. El director tenía tan solo 26 años cuando Universal le confió esta superproducción basada en un best seller de Peter Benchley.
Aunque Steven estaba decidido a sortear todos los obstáculos y terminar la película, era claro que cargaba con una enorme presión. Los ejecutivos del estudio comenzaron a preguntarse si el joven cineasta tenía lo necesario para terminar la película. Sid Sheinberg, su principal y único defensor dentro de Universal voló desde Los Ángeles para advertirle que todo estaba a punto de derrumbarse y que querían echarlo.
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Lo cierto es que Spielberg comenzó a experimentar ataques de pánico en el set de filmación. Se encerraba en el baño para echarse agua en la cara y llamaba desesperado a su madre diciendo que todo era imposible. Pese al estrés físico y emocional, no cedió. Siguió adelante con una mezcla de convicción artística y pura terquedad.
"Cuando terminamos de rodar la película en Martha's Vineyard, tuve un ataque de pánico en toda regla", revela el director en Tiburón: la historia de un clásico, el próximo documental que repasa el detrás de escena de este clásico. "No podía respirar, pensé que me estaba dando un ataque al corazón. No podía tomar una bocanada de aire completa. Iba constantemente al baño y me echaba agua en la cara. Estaba temblando".
"Era todo lo que había experimentado en la isla, tratando de mantenerme en pie, pero también de mantener unido al equipo. Me sentía realmente responsable de retenerlos allí todo el tiempo que tuvimos que quedarnos", admite.
Aunque al final todo salió bien para Tiburón, el propio Spielberg admitió que una vez finalizada la filmación comenzó a tener pesadillas recurrentes. Se despertaba empapado en sudor, sintiendo que la película aún no había terminado. No existía el término PTSD (estrés postraumático) como lo entendemos hoy, pero lo que él vivió se le parece mucho. Durante años, el director se escapaba en secreto al set del tour de Universal Studios donde se encontraba la famosa embarcación Orca. Allí, escondido del público, se sentaba sol y lloraba.
"Era como volver a la escena del crimen", dice. "El barco me ayudó a empezar a olvidar. Fue mi compañero terapéutico durante mucho tiempo".
El documental se estrenará el próximo 10 de julio por Disney+, y se adentra en las complejidades del rodaje de Tiburón hasta su posterior transformación en un clásico de culto.