Geraldine Larrosa devastada en el último adiós a Carlos Marín

Finalmente, el lunes 27 de diciembre familiares, amigos y fans pudieron despedirse de Carlos Marín, cuyos llegaron a Madrid, procedentes de Manchester, horas antes del velatorio. Geraldine Larrosa, ex esposa del artista, fue quien permaneció en el Tanatorio de San Isidro, firme junto al cuerpo del hombre a quien más amo y con quien planeaba volver a casarse en 2022.

“Se despidió de mí porque él sabía que no iba a aguantar”, dijo, recordando la última charla de la pareja antes de la internación y en la que Marín le dejo entrever que sabía que moriría a causa del COVID.

"Se ha ido mi gran amor, treinta años que he estado con él. Hemos estado siempre juntos estos últimos dos años", agregó, dejando en claro que ella nunca pensó que este sería el final ya que el cantante había respondido bien al tratamiento en un principio.

Hasta la capilla ardiente llegaron, en un principio, amigos y familiares, siendo la tarde noche el espacio dedicado a los fans y así evitar aglomeraciones en pleno rebrote de COVID y, además, brindarles privacidad a los seres queridos en este doloroso momento.

El traslado del cuerpo sin vida de Marín fue realmente complicado debido a la causa de su muerte. "Llegará a España en un féretro sellado por tratarse de COVID, por lo que no se podrá abrir para el velatorio; pero que todo el mundo sepa que Carlos estará vestido con su traje favorito de Armani, que usaba para las actuaciones, para que pueda ir al cielo presentable para ir a cantar ahora con los ángeles", aseguró su hermana, encargada de todos los papeles para expatriar al artista.