La confesión de Mathew Perry sobre cómo sus compañeros de Friends intentaron ayudarlo con sus adicciones

A pesar de sus desafortunadas palabras de hace unos días hacia el queridísimo Keanu Reeves, no hay dudas de que Matthew Perry es uno de los preferidos del público amante de Friends, que se cuentan por millones alrededor del mundo. 

Y también es sabido que el actor luchó durante muchos años a diversas adicciones que hicieron que sus años de rodaje fueran bastante complejos. El mismo intentaba ocultárselo al equipo técnico y sus compañeros, pero no logró hacerlo. 

Perry, quien publicó un libro con memorias acerca de sus adicciones y problemas durante su estrellato, compartió detalles de sus adicciones en una entrevista con Diane Sawyer. Allí, declaró que empezó a beber a los 14, y que para los 18 ya lo hacía todos los días. Además, el creía que la fama lo iba a hacer dejar la bebida, ya que en ese momento era lo único que quería. Para el momento que llegó Friends y su posterior salto a esta fama tan deseada, descubrió que eso estaba lejos de arreglarse. 

“Ese momento fue muy oscuro para mí. Cuando no se arregló lo que estaba roto” admitió Perry. Además, intentó mantener en secreto este problema. Confesó que prometió no tomar nada en el trabajo, pero que llegó “muchas veces con resaca”

“Pensé que estaba logrando ocultarlo muy bien, que nadie se daba cuenta” hasta que llegó el momento en el que el resto de sus compañeros lo llevó a su camarín y le admitieron que podían sentirle el olor a alcohol. 

Jennifer Aniston fue una de las más cercanas al actor, y la que más logró llegar a un Perry que, según él mismo confesó “no estaba en una posición de dejar de hacerlo.” La actriz se mostró siempre muy cercana a Matthew, algo que se notó incluso en Friends The Reunion, el especial estrenado en 2021.

Lo cierto es que el actor luchó contra sus adicciones durante muchos años, y que el acercamiento de sus amigos de la serie no logró amainar sus problemas. Más adelante, un accidente en un jet ski lo llevó a su adicción a los analgésicos, que lo llevó a consumir hasta 55 píldoras por día. 

Esto no fue inocuo para el cuerpo de Mathew, quien además de sus 65 desintoxicaciones y sus 15 rehabilitaciones (según sus propias estimaciones), estuvo cerca de la muerte en 2018, en un episodio en el que su colon explotó y pasó 14 días en coma, un problemas que le demandó 5 meses en el hospital.

No fue el momento para Perry, quien ahora confiesa que está limpio y con buena salud. Y dispuesto a ayudar a quien lo necesite. 

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