Kim Kardashian responde por fin a la polémica por el vestido de Marilyn Monroe

Kim Kardashian responde por fin a la polémica por el vestido de Marilyn Monroe

La socialité y empresaria respondió a las acusaciones de haber roto el diseño de la actriz, que llevó en la pasada Met Gala. Tal como muestra las imágenes comparativas de la prenda antes y después del evento, la tela sufrió rasgaduras y varios de los diamantes que lo recubren se descocieron.

Redacción QueVer

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Kim Kardashian está en el ojo de la tormenta tras la polémica por el vestido de Marilyn Monroe que presentó rasgaduras en la tela tras haberlo lucido en la Met Gala.

Scott Fortner, historiador y coleccionista de objetos de la actriz más importante del mundo, compartió hace algunas semanas varias imágenes del vestido en el museo Ripley’s Believe It Or Not, dueño de la pieza, donde pueden apreciarse las costuras rotas y el faltante de algunos de los diamantes que adornaban la prenda.

Las fotos que prueban los daños que sufrió el vestido tras la MET Gala

Cansada de las acusaciones, Kim Kardashian rompió el silencio y explicó su decisión de lucir el diseño, aunque solo fuera por pocos minutos. “La respeto a Marilyn Monroe y entiendo cuánto significa este vestido para la historia de Estados Unidos. Me presenté a la alfombra roja en bata y zapatillas, me puse el vestido en la parte inferior de la alfombra y subí las escaleras. Probablemente lo tuve puesto durante tres o cuatro minutos. Luego me cambié en la parte superior de la escalinata”, dijo.

“Había personas manipulando el vestido con guantes y ellos me lo pusieron”, agregó, haciendo hincapié en el cuidado con el que se manipuló el vestido original.

Quienes ayudaron a la actriz a cambiarse, llevaban guantes para no arruinar la tela que tiene 60 años de antigüedad

Si bien las fotos hablan por sí solas, la socialité y empresaria no se da por aludida y asegura que ella no tuvo nada que ver con las rasgaduras.

El famoso diseño, que dio la vuelta al mundo, fue lucido por Marilyn Monroe en una sola oportunidad, pero basto para convertirlo en uno de los vestidos más replicados de la historia. Hasta 1999 permaneció guardado bajo siete llaves. En la antesala del nuevo siglo, la casa de subastas Christie’s lo vendió por más de un millón de dólares.

Ripley’s Believe It Or Not es el dueño de la pieza y fue la entidad que gestionó el permiso para que Kim Kardashian pudiera lucirlo en la gala

Hoy es parte de las reliquias del museo Ripley’s Believe It Or Not, que ha gestionado el permiso para que Kim Kardashian pudiera lucirlo en la gala y que se encuentra en el ojo de la tormenta por su irresponsable accionar.

“Marilyn era una diosa. Una diosa loca, pero una diosa. Era simplemente fabulosa. Y fue hecho para ella. Fue diseñado para ella. Nadie más debería ser visto con ese vestido”, expresó Bob Mackie, quien dibujó el boceto sobre el que luego trabajó Jean Louis.

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