La historia de la relación que nunca fue entre Diane Keaton y Al Pacino

Previo a la filmación de El Padrino, a comienzos de la década del 70, Francis Ford Coppola elegía a Diane Keaton para hacer de Kay Adams, la novia del joven Michael Corleone, hijo del capo Vito Corleone. Para el heredero del poder de la mafia, Francis elegía a Al Pacino. Esta elección daba inicio a una relación que nunca fue, aunque tampoco puede negarse: una suerte de paradoja que acompañó la historia de estas dos estrellas. 

Sucede que la relación que tuvieron entre ellos como personajes trascendió la pantalla y comenzaron una historia de amor entre ambos. Durante los 18 años que duró la saga de El Padrino, con intermitencias, Keaton y Pacino compartieron una amistad que por momentos se transformaba en una relación casual. 

De a poco, este vínculo caló hondo, sobre todo en la actriz, quien se enamoró de Al, llegando incluso a darle una suerte de ultimátum respecto a la pareja "O te casas conmigo o al menos contempla la posibilidad", aunque el actor, según propias declaraciones de Keaton, nunca tuvo esa intención. 

"Lo conocí en el bar O'Neal, cerca del Lincoln Center, en Nueva York, cuando él era una estrella de Broadway. Nos habían dicho que teníamos que conocernos antes de empezar a audicionar para los papeles de Michael y Kay. Yo estaba nerviosa. Lo que más me llamó la atención fue su nariz y luego la manera hiperquinética con la que se movía, parecía nervioso también. No me acuerdo hablar del guion, solo de mirar su rostro extraordinario", rememora la actriz en Then Again, el libro autobiográfico de Diane Keaton.

A pesar de que la fecha de haberse conocido, ninguno estaba soltero, la química que desarrollaron conforme se iban conociendo pudo más, a punto de ser considerado por la actriz como "el gran amor de su vida". Pero Pacino nunca le correspondió los grandes gestos de la actriz, o por lo menos no al mismo nivel. Por eso, ante la negativa del casamiento, su relación continuó cada vez más lejos de aquel romance que pudieron compartir, sobre todo cuando Al se casó con Beverly D`Angelo en el año 1996, en un matrimonio que duraría 7 años. 

Keaton, por su parte, decidió armar una familia sola, adoptando dos hijos: Dexter y Duke. A pesar de haber escrito en el mencionado libro que "Al nunca fue mío. Pasé veinte años perdiendo a un hombre que nunca tuve, él no quería casarse: quería una salida. Después de Al, empecé a construir una coraza, me puse más sombreros, remeras y camisas siempre de mangas largas, sacos en el verano, botas con medias y bufandas en la playa" la realidad siempre la ha mostrado como una persona feliz con su estilo de vida y decisiones. 

A juzgar por como termina la familia formada por Michael Corleone y Kay Adams, quizás haya sido para mejor que Pacino y Keaton no hayan formalizado nunca ese amor que existió entre los dos. 

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