El gran secreto de Andrew Garfield para prepararse para sus personajes

El gran secreto de Andrew Garfield para prepararse para sus personajes

Ante cada nuevo rol, el actor comienza con una investigación previa de la época y espacio en los que está inmerso el personaje para después vivir con él algunos meses antes de comenzar a rodar.

Redacción QueVer

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Aunque muchos los critiquen, los actores de método son de lo más solicitados en el mercado debido al compromiso que toman con un rol y la forma de trabajarlo antes y durante el rodaje. Uno de los intérpretes que trabaja de esa forma es Andrew Garfield, que tiene un gran secreto que lo ayuda a la hora de encarar un nuevo trabajo.

“No se trata de ser un tonto con todos en el set. En realidad, se trata solo de vivir con sinceridad en circunstancias imaginadas, y ser realmente amable con la tripulación al mismo tiempo, y ser un ser humano normal, y poder dejarlo cuando lo necesite y permanecer en él cuando quiera permanecer en él”, dijo sobre los llamados “actores de método”.

El actor dijo que quienes opinan que el método no sirve es porque no entienden de qué va

“Estoy un poco molesto por el concepto erróneo, estoy un poco molesto por la idea de que ‘actuar según el método es una jodida mierda’. No, no creo que sepas qué es actuar según el método si lo llamas mierda, o simplemente trabajaste con alguien que dice ser un actor de método que en realidad no está actuando de acuerdo con el método en absoluto. También es muy privado. No quiero que la gente vea las malditas tuberías de mi inodoro. No quiero que vean cómo estoy haciendo la salchicha”, agregó.

Para Garfield uno de los roles que lo hizo entender que el método era la clave fue el del sacerdote jesuita de “Silence”, película dirigida por Martin Scorsese. Para prepararse, estudió durante un año los escritos del padre jesuita James Martin además de meterse de lleno en el catolicismo asistiendo a misa y realizando los ejercicios espirituales de San Ignacio.

Para "Silence", Garfield se mantuvo célibe y en ayuno por seis meses

Durante seis meses me mantuve célibe y ayuné. Fue genial. Tuve algunas experiencias bastante salvajes y alucinantes al privarme de sexo y comida en ese momento”, expresó.

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