Así fue la terrible y dura infancia de Barry Keoghan, el actor nominado a los Premios Oscar

Barry Keoghan se encuentra atravesando su mejor momento profesional. El actor de 30 años obtuvo recientemente una nominación como Mejor Actor de Reparto en los Premios Oscar por su trabajo en Los espíritus de la isla, el más reciente filme de Martin McDonagh protagonizado por Colin Farrell y Brendan Gleeson.

Lo cierto es que la carrera del actor no ha hecho más que ascender. En los últimos años ha participado de exitosos filmes y ha recibido muy buenos comentarios por sus actuaciones. Entre sus películas más populares podemos destacar Dunkerque , La Leyenda Del Caballero Verde, Eternals y The Batman, donde fue introducido como El Joker. 

Y aunque actualmente es catalogado como una de las jóvenes promesas del cine, la vida del actor no siempre estuvo marcada por buenos momentos. En realidad, Barry Keoghan ha tenido que hacer frente a varias adversidades que la vida le puso en el camino, especialmente durante su infancia, la cual estuvo marcada por la tragedia.

Keoghan nació el 18 de octubre de 1992 en Summerhill, un pueblo de Dublin, Irlanda. Su madre tenía apenas 18 años cuando nació, y durante toda su vida luchó contra una adicción a las drogas, especialmente a la heroína. Debido a esto, tanto Barry como su hermano menor Eric, fueron separados de su madre a muy corta edad, y tuvieron que pasar a vivir en casas de acogida.

Durante una entrevista, el actor reveló que vivió en un total de 13 hogares diferentes. Y cuando tenía 12 años, su madre falleció de una sobredosis a la corta edad de 30 años. Tras este incidente que lo marcó para siempre, Keoghan y su hermano continuaron de casa en casa hasta que finalmente, su abuela, tía y hermana mayor lograron obtener los papeles para poder hacerse cargo de él y su hermano. En varias ocasiones el actor ha revelado que la muerte de su madre lo estimuló a intentar salir adelante y vivir una vida mejor.

El resto de su adolescencia fue criado por su abuela y tía, y su hermana tuvo que dejar de trabajar para poder ayudar en la crianza de los niños. La familia no poseía buenos ingresos económicos, y durante mucho tiempo vivieron en una casa muy pequeña, donde casi nos les alcanzaba para cubrir todos los gastos.

Durante su pre-adolescencia, comenzó a desarrollar un interés en la actuación y las películas cuando se escabullía con sus amigos al cine. En 2011, con 18 años, obtuvo su primer papel en una película luego de ver un anuncio a un llamado de casting en una comisaría de policía. Así, participó en un rol menor en Between the Canals, una película criminal irlandesa.

Posteriormente, estudió actuación en una escuela local de Dublin y obtuvo algunos roles menores en diversas películas hasta que finalmente, en 2017 le llegaron dos papeles que le abrieron las puertas de Hollywood: Dunkerque, el filme bélico de Christopher Nola y El sacrificio de un ciervo sagrado, el thriller psicológico de Yorgos Lanthimos donde compartió elenco con Colin Farrell y Nicole Kidman.

Desde entonces, no ha parado de formar parte de películas que le han permitido demostrar su versatilidad y rango actoral. Su trabajo más reciente fue Los espíritus de la isla, por el cuál obtuvo la nominación a los Premios Oscar. Pero pronto podremos verlo en otros proyectos como las series Top Boy y Masters of the Air y la película Saltburn, junto a Jacob Elordi.

En el plano personal también ha encontrado la felicidad. Desde 2021, Barry Keoghan se encuentra en una relación con Alyson Sandro, una dentista irlandesa y en agosto de 2022, la pareja le dio la bienvenida a un niño llamado Brando. Además de comenzar una familia y cumplir su sueño como actor, Keoghan goza de otras pasiones como el boxeo y la caridad.

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