La triste historia de Verónica, la madre de Pedro Pascal

Que Pedro Pascal haya apoyado con tanta vehemencia a Argentina, 1985 va mucho más allá de que su hermana, Javiera Balmaceda Pascal, fuera parte del equipo de producción; para él, esta historia es la historia de quienes han tenido que dejar su patria debido a la persecución política, como le sucedió a Verónica, su madre, a inicios de los ’70.

La juventud de la psicóloga infantil no fue nada fácil. Con tan sólo 22 años y dos hijos, comenzó a ser perseguida por sus lazos familiares con Salvador Allende. Verónica era sobrina de Andrés Pascal Allende, sobrino del derrocado Presidente, quien la escondió en su casa.

Tanto ella como su esposo, el doctor José Balmaceda estaban en la mira de la DINA y no quedaba otra escapatoria que emigrar para no poner en riesgos a ningún miembro de sus familias.

La periodista Paula Coddou, sobrina de Verónica y prima de Pedro, fue quien reveló que su padre se comunicó con un pariente cercano que tenía un alto cargo en el Ejército para que dejarán de perseguir a los Balmaceda Pascal, pero la única respuesta que encontró fue: “Dile a los chiquillos que se asilen, porque no puedo garantizarles la vida o que a Verónica no le pase nada”.

Así, comenzaron un largo peregrinar que los llevó a la Embajada de Venezuela, desde donde fueron enviados a Dinamarca y luego a Estados Unidos donde se instalaron con sus dos hijos: Javiera y Pedro.

Como la pareja estaba marcada con la L de “Limitados para Circular”, que le prohibía su reingreso a Chile, año tras año se ocupaban de enviar a sus hijos de regreso para que pasaran las vacaciones junto a su familia chilena y no perdieran el contacto con sus raíces mientras ellos se establecían primero en Texas y luego en California.

Fue, en el segundo hogar, donde Pedro Pascal descubrió que lo suyo era la actuación. Con el apoyo incondicional de su madre, se mudó a Nueva York para estudiar teatro en la NYU mientras su familia tomaba la decisión de regresar definitivamente a Chile.

Así fue como en 1995 el aspirante a actor se despidió de sus padres y sus tres hermanos, Javiera, Nicolás y Lux, sin saber que esa sería la últimas vez que tendría a todo el clan en Estados Unidos.

Si bien Pedro viajaba a su país natal de forma anual y recibía la visita de los suyos en el que había sido el refugio lejos de casa, ya nada volvió a ser igual debido al divorcio de sus padres, que marcó su vida y la de su madre que, en el 2000, decidió quitarse la vida en medio de una profunda depresión producto de las despedidas, el exilio y el desamor.

Suscríbete a nuestro newsletter para recibir todas las novedades y participar de concursos exclusivos desde aquí.