Harry y Meghan recibieron la invitación a la coronación tras ser desalojados de su hogar británico
Los Duques de Sussex ya tienen en sus manos la participación oficial para el gran día de Carlos III, al que aún se desconoce si asistirán o no tras el desplante del monarca que los obligó a abandonar Frogmore Cottage una vez que inicie el verano. Para el matrimonio, el desalojo es una “crueldad”.
Tras una semana ajetreada para el príncipe Harry y Meghan Markle, el Palacio de Buckingham confirmó que el matrimonio recibió, finalmente, la invitación para la coronación de Carlos III.
"El Duque recibió recientemente correspondencia por correo electrónico de la oficina del monarca con respecto a la coronación. Por ahora, no podemos decir si asistirán o no", confirmó un portavoz de los Sussexs, confirmando así la información oficial.
Crédito: Royal Family News
Por el momento, Harry y Meghan no han confirmado su asistencia y se cree que de ir, sería para ya mudar definitivamente todas sus pertenencias desde Frogmore Cottage hacia Estados Unidos, tras ser desalojados de la propiedad británica que Isabel II les había obsequiado tras su boda.
Según ha dicho Omid Scobie, periodista cercano al matrimonio, los Sussexs sienten este acto del monarca como “crueldad” ya que los están dejando sin "su lugar seguro" en Reino Unido. En más de una oportunidad, la pareja confesó sentirse insegura en el país, asegurando que por esta razón es que los viajes evitaban hacerlos en compañía de sus hijos: Archie y Lilibet Diana.
De hecho, de asistir a la coronación, sus hijos no serían parte del viaje en respuesta a la decisión del monarca que no afecta solo a Harry sino que también lo hace a sus dos nietos a quienes no ve desde hace más de un año.
Crédito: The Times
Ante este panorama plagado de cambios y malestares, la coronación de Carlos III podría verse empañada si alguno de los protagonistas se dispone a romper el silencio. A quienes más le teme el Palacio, después de los Sussexs es al príncipe Andrés, nuevo inquilino de Frogmore Cottage.
El hermano de Carlos III deberá dejar su residencia de Royal Lodge, una propiedad mucho más grande y costosa, para abaratar costos. Alejado de la vida pública tras los escándalos que lo tienen como protagonista, no tiene mucho margen para reclamar por lo que acató el pedido, aunque lo considera "una degradación”.
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