Mindhunter: la historia real que inspiró la exitosa serie de Netflix

Por el catálogo de Netflix han pasado muchas series que se convirtieron en un gran éxito, aunque pocas lograron ganarse los aplausos del público y de la crítica como lo hizo Mindhunter. Lamentablemente, debido a cuestiones de presupuesto y agenda nunca se realizó su tercera temporada, y lo más probable es que nunca salga a la luz.

Sin embargo, los fanáticos no pierden las esperanzas y continúan apostando por esta producción que aún tenía mucho por contar. Sin lugar a dudas, David Fincher logró adentrarnos en una historia inspirada en hechos reales que sorprende desde el primer momento. A continuación, te contamos todos los detalles sobre su conexión con la vida real.

Mindhunter y su conexión con una historia real

La serie de Netflix protagonizada por Jonathan Groff y Holt McCallany nos presenta a los agentes Holden Ford y Bill Tench. En la primera temporada, especialistas del FBI descubren que cada vez existen más crímenes en los años 70 y que nadie logra entender el motivo por el cual los asesinos los realizan. Por este motivo, deciden recurrir a la psicología y empiezan a entrevistar a los criminales de este tipo que sí fueron atrapados por la policía.

Mientras investigan e intentan comprender la forma en la que actúan, se encuentran con un término que sigue existiendo hoy en día: asesinos seriales. Curiosamente, toda esta investigación existió en la vida real al igual que ambos agentes. De esta manera, los personajes principales de Mindhunter están inspirados en John E. Douglas y Robert K. Ressler.

Ambos agentes se sumaron al FBI a principios de la década de los setenta. Al igual que en la serie, John formaba parte del SWAT y era especialista en negociación de rehenes antes de unirse a Robert en la central en Quantico. Juntos realizaron viajes por todo Estados Unidos con el objetivo de entrevistar a diferentes asesinos seriales de la época: tales como Ed Kemp, John Wayne Gacy, Ted Bundy y Charles Manson.

Cabe destacar que la Dra. Wendy Carr, quien realiza la investigación con ellos, también existió en la vida real: su nombre original era Ann Burges, y se trataba de una enfermera psiquiátrica. Tras las entrevistas que realizaban los agentes, ella se encargaba de desarrollar una metodología que hoy se conoce como “perfil criminal“ y que se sigue utilizando para delimitar las características del responsable de un crimen.

También es importante resaltar que el Programa para la Aprehensión de Criminales Violentos aún es utilizado por la policía de USA. Los investigadores lo emplean para poder cruzar datos y también similitudes entre otros casos ocurridos en diferentes estados del país.

En cuanto a la vida de ambos agentes, se sabe que John E. Douglas abandonó el FBI en 1996, que comenzó a trabajar como asesor de diferentes investigaciones, y que también escribió algunos libros, siendo el más famoso Mind Hunter: Inside the FBI‘s Elite Serial Killer Unit. En cuanto a Robert K. Ressler, se retiró en 1990 y falleció en 2013.

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