La escena más jugada de José Coronado en Vivir sin permiso

La escena más jugada de José Coronado en Vivir sin permiso

La actuación de José Coronado en Vivir sin permiso fue sublime, lo que hace difícil elegir tan solo una escena.

Redacción QueVer

Redacción QueVer

José Coronado fue el encargado de protagonizar, junto a Álex González y Claudia Traisac, la serie española Vivir sin permiso que relata cómo fue que llegó el narcotráfico a Galicia hasta llegar a convertirse en lo que es hoy en día.

A lo largo de las dos temporadas, en cada uno de los 23 capítulos, se presentan situaciones que llevan las emociones hasta el extremo, haciendo que los espectadores no quieran sacar los ojos de la pantalla. Pero hay una en particular, protagonizada por José Coronado, que logra que hasta la persona más ruda se le erice la piel.

José Coronado es el gran protagonista de Vivir sin permiso.

José Coronado se despide en “Vivir sin permiso”

En Vivir sin permiso, José Coronado interpreta a Nemesio "Nemo" Bandeira, un hombre que logró su fortuna gracias al narcotráfico y los negocios ilegales, pero que supo limpiar su imagen públicamente hasta convertirse en un gran empresario de la zona. Para lograr esto fue clave usar como fachada la empresa de la familia de su esposa. 

Todo venía bien, sin mayores contratiempos, hasta que a Nemo le diagnostican Alzheimer. En ese momento su mundo se viene abajo, pero para no mostrarse vulnerable, decide esconder la noticia de todos y se propone encontrar a su sucesor, lo que desata todo tipo de situaciones dentro de la familia y los negocios. 

Luis Zahera junto a José Coronado en Vivir sin permiso.

Tras enterarse de su enfermedad y con temor de lo que podría depararle el futuro, le hace un pedido muy fuerte a su mano derecha: "Prométeme una cosa Ferro, el día que no recuerde el nombre de mis hijos me pegas un tiro". Ese momento fue emocionante, pero nunca imaginamos que llegaría, como lo hizo en el gran final, convirtiéndose en la escena más jugada de toda la serie. 

Nemo tenía un plan en mente, el cual no pudo llevar a cabo porque su mente le jugó una mala pasada: sigue el fantasma de su esposa hasta la orilla del mar. Frena para contemplar el paisaje, “la toma de la mano” y le dice “ahora sí”. Es en ese momento que Ferro aparece en el lugar para llevarse a su jefe a casa, pero nota que no reacciona y que realmente el estado de su mente ha llegado a un punto extremo sin vuelta atrás. Fue en ese momento que sabe que tenía que cumplir su promesa. 

Mientras le empuñaba una pistola en su frente, con lágrimas en sus ojos e inundado de angustia, le dijo: "Una vez me pediste que si no recordabas cómo se llamaban tus hijos te pegase un tiro". Antes de disparar se despide con un “adiós capitán”. Esta fue sin dudas la escena más emocionante y extrema de José Coronado en Vivir sin permiso, sobre todo por todo el peso, el trasfondo y el significado que tiene. 

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