Por qué Tom Cruise se transformó en una de las máximas superestrellas de Hollywood

Top Gun: Maverick acaba de estrenarse y el pálpito es que supere cómodamente la vara que se le puso a esta secuela del clásico de los 80. La ovación que recibió en Cannes y las primeras críticas validan esta sensación. Y no hay alguien más responsable de ello, ni siquiera el director Joseph Kosinski, que su protagonista Tom Cruise. 

Una vez más, el actor nacido en Nueva York hace 59 años reafirma su rótulo de estrella de Hollywood, capaz no solo de dotar al film de una mayor trascendencia pública, sino de darles mucho en cuanto contenido en sí mismo. Tom continúa vigente como uno de los actores más reconocidos de Hollywood y motivos le sobran. 

Primero, por supuesto y ante todo, está su talento. No sólo lo ha demostrado para desenvolverse en sus roles predilectos, también cuenta con una versatilidad que lo ha llevado a hacer papeles disímiles. De su Pete "Maverick" Mitchell en la nombrada Top Gun a Frank T.J. Mackey en Magnolia o Lestat de Lioncourt para Entrevista con el Vampiro, Tom Cruise ha sabido adaptarse a lo que su personaje necesitaba. No por nada se ha dado el gusto de trabajar con directores de la talla de Stanley Kubrick (en la polémica Eyes Wide Shut), Paul Thomas Anderson, Steven Spielberg o Robert Redford; exponentes indiscutibles del cine norteamericano. 

El actor además plantea un extra por sobre sus colegas, ya que realiza él mismo las escenas de acción, prescindiendo de dobles de riesgo. Esto es algo especialmente notable para alguien que se ha desempeñado durante tantos años en películas de acción. Pensar que realizó todas las tomas en sagas como Misión Imposible es realmente sorprendente. 

Y no es tampoco menor el hecho de que Tom sea uno de los actores cuyas películas más han recaudado alrededor del mundo. Se calcula que el monto asciende a nada menos que 10 mil millones de dólares aproximadamente, según el sitio The Numbers. Casi que garantiza, por lo menos, superávit financiero. 

Tom ha podido incluso superar momentos complicados en cuanto a su vida profesional, sobre todo el sucedido en el año 2006. El actor es desde hace años un férreo defensor de las ideas de la Cienciología, un movimiento religioso altamente cuestionado en distintas partes del mundo. A raíz de ello, Cruise realizó una fuerte crítica a industrias farmacéuticas, principalmente hacia los antidepresivos, y estiró sus comentarios hacia Brooke Shields, quien había declarado que había usado algunos antidepresivos luego de su embarazo. Estas palabras no cayeron para nada bien en gran parte de la sociedad norteamericana, lo que llevó a que, por ejemplo, Paramount Pictures no renovara su contrato con el actor. Una relación que, vale la aclaración, fue recompuesta unos años después. 

Sin embargo, lejos estuvo de darse por vencido. Recurrió a su espíritu de lucha, presente desde los primeros años de su carrera, cuando intentaba dar el salto desde su humilde hogar a la gran pantalla, y revivió junto con United Artists, una compañía productora fundada nada menos que por Charles Chaplin, Douglas Fairbanks, Mary Pickford y David Wark Griffith. Si bien esta compañía no mantuvo su reflote a lo largo de los años, por lo menos tuvo una luz de esperanza con Leones por Corderos y Valkyrie, películas con éxitos dispares desde donde Tom pudo hacerse del amor de su público nuevamente. 

Con Top Gun: Maverick apuntando a ser de las mejores película del año, una vez más Tom Cruise reafirma su carácter de superestrella y de garantía de éxito. Esperemos que sea por muchos años más. 

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