Hollywood clásico: el motivo por el cual Humphrey Bogart odió trabajar con Audrey Hepburn

Si pensamos en las más grandes estrellas del cine clásico de Hollywood, no caben dudas de que Humphrey Bogart encabeza el listado. Considerado como el mejor actor de la historia del cine, se convirtió en el protagonista de algunos de los filmes más emblemáticos: Casablanca, El halcón maltés, La reina africana, Tener y no tener, y la lista continúa.

Lo mismo ocurre con las actrices. Existieron muchas de ellas que lograron ser recordadas por su belleza y trabajo, y una de ellas fue Audrey Hepburn. Hoy en día convertida en un ícono por su trabajo en Muñequita de lujo. Pero también ha formado parte de otros éxitos como La princesa que quería vivir, Mi bella dama, Charada, entre otras.

Estos dos intérpretes de Hollywood coincidieron en una ocasión, y aunque se trataba de dos de las más grandes estrellas de cine y muchos esperaban una gran química y conexión en pantalla, las cosas no ocurrieron así. En realidad, Humphrey Bogart odió trabajar con Audrey Hepburn y viceversa, y fue tal la mala relación que tuvieron, que nunca más volvieron a trabajar juntos.

El filme que trajo tanto caos a sus vidas fue Sabrina, otro clásico del cine que se estrenó en 1954. Se trató de una comedia romántica dirigida por el gran Billy Wilder y que contó con el protagonismo de Hepburn, Bogart y William Holden. La historia nos presentaba a dos hermanos, quienes luego de conocer a la bella Sabrina, comienzan a disputarse su amor.

La película fue un éxito, llegando incluso a obtener seis nominaciones a los Premios Oscar. Además, actualmente es recordada como una de las más queridas comedias románticas del período clásico de Hollywood. La historia, los personajes y los hermosos vestuarios confeccionados por Givenchy pasaron al recuerdo. Sin embargo, no todo era color de rosa.

Para comenzar a entender de dónde surgieron los problemas, debemos centrarnos en la elección de Humphrey Bogart para el papel de Linus Larrabee. El actor no había sido la primera opción de Billy Wilder, quien en su lugar quería a Cary Grant. Sin embargo, terminó optando por Bogart. Éste por su lado, no estaba precisamente entusiasmado por la película, pues durante gran parte de su carrera, se encargó de protagonizar personajes más dramáticos, rudos y oscuros. Pero por las demandas del estudio, quienes afirmaban que debía formar parte de una comedia, terminó aceptando el papel.

Claro está que al enterarse que no había sido la primera opción de Wilder, la relación entre ambos se volvió algo tensa. Cabe recordar que Humphrey venía de consagrarse como Mejor Actor en los Premios Oscar por La reina africana. Además, el intérprete no estaba de acuerdo con la forma de trabajar del director, quien constantemente reescribía el guión, incluso durante el rodaje. Una de las escenas de Sabrina se filmó en 72 tomas, pues iban haciendo cambios a medida que iban probando diferentes tomas.

A todo esto, se sumaba la presencia de Audrey Hepburn y William Holden. Al momento de filmar la película, Humphrey Bogart tenía 55 mientras que la actriz 25. Por su parte, Holden tenía 36. Por ende, la diferencia de 30 años entre Bogart y Hepburn significó un factor muy importante en la mala relación entre ambos. El actor consideraba que la actriz no era la adecuada para el personaje de Sabrina, y le parecía inexperta y poco profesional. Todo esto empeora teniendo en cuenta que él quería a su esposa, Lauren Bacall, para el rol protagónico. Consultado en una ocasión sobre cómo era trabajar con la actriz, él respondió: “Está bien. Si no te molesta realizar una docena de tomas”.

Esto no quiere decir que Audrey no tuviera cosas malas para decir del actor. Por su parte, la actriz lo consideraba gruñón, y no disfrutaba estar en compañía de él. Incluso se llegó a mencionar que se sentía intimidada por Bogart. Muy contrario a esto fue su relación con William Holden, con quien comenzó una amorío durante el tiempo que duró el rodaje de la película.

Holden y Hepburn, muy enamorados, habían forjado muy buena amistad con Billy Wilder, y los tres solían pasar tiempo juntos por fuera del rodaje, dejando excluido a Bogart, quien no hizo más que molestarse aún más. En consecuencia de esto, Humphrey llegó a acusar al director de cortar sus escenas y de darle menor importancia a su escena debido a su favoritismo hacia Holden. Y era tal la rivalidad entre los dos actores, que en una ocasión tuvieron que ser separados durante un altercado físico en medio del rodaje.

Muchos apostaban por una gran química en pantalla entre Audrey Hepburn y Humphrey Bogart, pero esto nunca ocurrió. Sus personalidades eran muy opuestas: él tenía un estilo mucho más glamuroso mientras que ella mantenía un perfil mucho más bajo y no disfrutaba tanto de la escena y el lujo Hollywoodense. En consecuencia, ambos pasaron todo el rodaje enemistados, aunque siempre profesionales, asegurándose de nunca más cruzarse en un proyecto. Años más tarde, Humphrey Bogart se disculpó con Billy Wilder por su comportamiento en el set, alegando haber estado pasando por problemas personales. Sin embargo, nunca se disculpó con Audrey.

Por otro lado, el breve romance de Hepburn y William Holden se disolvió al poco tiempo de terminada la película, pues la actriz tenía planes de comenzar una familia con el actor, pero este no podía darle lo que quería, comenzando por el hecho de que estaba casado con otra mujer. 

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