Elementos: una fábula sobre la familia y el amor para reflexionar y emocionarse

El fuego y el agua, dos elementos incompatibles en los que Disney Pixar se centró para contar su nueva fábula, pensada para toda la familia: Elementos.

Ambientado en Ciudad Elementos, donde conviven los habitantes del fuego, el agua, la tierra y el aire; la historia presenta a Ember, una joven dura, ingeniosa y feroz; que se cruza por casualidad con Wade, un chico divertido y que se deja llevar por la corriente; en un viaje que desafiará sus creencias sobre el mundo en el que viven y la hará preguntarse si realmente el futuro que sus padres pensaron para ella es su verdadero sueño.

Si bien se presenta ATP, lo cierto es que tiene muchos guiños a los adolescentes y adultos que crecieron con el estudio, por lo que se hace bastante difícil para los niños seguirla, a pesar de la animación de alta calidad que de seguro llamará su atención.

Los guiños en cuestión son a dos tópicos con los que el ser humano se topa en su crecimiento: el legado familiar y el primer amor. De hecho, el director de la cinta, Peter Sohn, tomó su propia vivencia creciendo en Nueva York como un ciudadano asiático en los '70s para contar esta historia de dos opuestos que se atraen.

Elementos recuerda por momentos a Zootopia, esa ciudad repleta de animales que el mismo estudio presentó en 2016, aunque, en este caso, la diversidad de culturas y etnias es lo que marca el pulso de una metrópolis inspirada en la Gran Manzana y en las principales capitales de Asia, en la que conviven el agua, el fuego, el aire y la tierra.

Esta cinta sigue la línea de Intensa-Mente y Soul, aunque en este caso la historia no es tan abstracta lo que permite que los niños disfruten en parte la historia aunque no terminen de entender el sentido profundo que Sohn busca darle a la trama que invita a los adolescentes y adultos a volver a volcarse al cine de animación como una opción a la hora de salir de casa y elegir en la cartelera un estreno para ver.

Con una duración de una hora y cuarenta y dos minutos, Elementos tiene un inicio, un nudo y un desenlace perfectos, aunque algunos personajes quedan en un segundo plano pese a que sus apariciones suman chispa a la historia y le dan ritmo.

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