El terrible motivo por el que James Cameron le prestó un millón de dólares a Guillermo del Toro

Las amistades entre íconos del cine no es nada nuevo. Lo que muchas veces es desconocido es cómo se forjaron o los gestos que han tenido entre ellos. Guillermo del Toro es quizás uno de los exponentes más reconocidos de la camada de mexicanos que pisan fuerte en Hollywood desde la década del 2000, junto con Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. Además, es uno de los más queridos por la gente, por su sencillez, sus discursos positivos y su predisposición para ayudar cuanto pueda, sean personas conocidas o no. 

Probablemente parte de esta conducta la haya aprendido a través de uno de sus amigos, James Cameron. El director de tanques como Titanic o Avatar es un gran amigo del mexicano, desde que se conocieron durante el rodaje de La invención de Cronos en 1993, el primer gran éxito de del Toro. 

Sucede que el realizador estadounidense fue de gran ayuda para salvar al padre de Guillermo cuando había sido secuestrado en Guadalajara, ciudad natal del director. Tal como relató él mismo, fue uno este el motivo que lo llevó a mudarse de México, lugar donde “hubiera vivido toda mi vida”. 

En 1998, poco después del estreno de Mimic, película que marcó el debut de Del Toro en Hollywood, criminales de Guadalajara secuestraron a su padre, Federico del Toro, y pidieron una suma de un millón de dólares para devolverlo sano y salvo. El problema es que Guillermo no contaba con ese dinero, principalmente porque parte de la inversión de la película había salido de su propio bolsillo. Fue allí cuando apareció su salvador, James Cameron. El estadounidense se hizo cargo del dinero del rescate, y por si fuera poco, le recomendó un negociador para que interceda en el rescate. Este hecho, sumado por supuesto a que todo salió bien, fortaleció fuertemente la amistad entre ambos, que no ha hecho más que crecer hasta la fecha.  

Del Toro se encuentra presentando uno de sus últimos trabajos, El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, una serie de ocho capítulos con diferentes y macabras historias de terror, producida especialmente para Netflix. Además, espera ansioso por el estreno de su versión del clásico infantil, Pinocho, que ya está recorriendo festivales y estará disponible en la misma plataforma el 9 de diciembre del corriente año. 

Para cerrar, vale aclarar que a pesar de este episodio, el ganador de dos Premios Óscar está trabajando en un guión con el que volverá a filmar en México, al igual que lo hicieron sus compatriotas y colegas Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón con Bardo y Roma, respectivamente.

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