Bradley Cooper: de los vicios y adicciones a sus pasiones por fuera del cine

Un 5 de enero de 1975 nacía en Pensilvania, Bradley Cooper. Hoy, conocido como uno de los actores más importantes y reconocidos de su generación, posee en su carrera más de sesenta créditos actorales. Desde comedias hasta las películas más dramáticas, Bradley ha demostrado su versatilidad y talento y ha sido reconocido por ello.

Con tan solo 48 años, el actor cuenta con nueve nominaciones a los Premios Oscar, en su mayoría como actor pero también como director y productor. El filme que lo lanzó a la fama fue ¿Qué pasó ayer?, la comedia de 2009 dirigida por Todd Phillips. Otras de sus películas más renombradas son Los juegos del destino, Escándalo americano, Nace una estrella, El callejón de las almas perdidas, entre muchas otras.

Actualmente, Bradley Cooper es considerado uno de los mejores actores de la industria. Pero lo cierto es que, mucho antes de alcanzar el estrellato y reconocimiento, el intérprete debió hacer frente a varios obstáculos. Uno de ellos, y el más importante, fue su adicción a las drogas y el alcohol, las cuales lo llevaron por un camino autodestructivo del cual pudo encontrar la salida. 

Sus primeros pasos en la industria los dio de la mano de apariciones en series de televisión y roles menores en el cine. Su debut actoral en la pantalla fue en Sex and the City, donde interpretó a uno de los intereses amorosos del personaje interpretado por Sarah Jessica Parker. Luego, le llegó un rol en Wet Hot American Summer en 2001 y ese mismo año, debutó en la serie Alias.

Sin embargo, a medida que la serie avanzaba y crecía en fanáticos y temporadas, las apariciones de Bradley comenzaron a disminuir, hasta el punto de que el actor terminó abandonando el proyecto. Esto significó una gran crisis para el actor, quien en este punto, comenzó a dudar de su talento y, sumando a la inestabilidad económica, decidió sumergir su angustia en el alcohol y la cocaína.

No fue hasta 2004, cuando su colega y amigo Will Arnett le hizo ver la realidad y tomar conciencia de su problema. En ese entonces tenía 29 años, y desde entonces, no consume alcohol y mantiene una vida saludable y relajada. “Ahora vivo en el presente. Me rodeo de gente a quien amo y que me ama. No me dejo llevar por mis impulsos” confesó el actor durante una entrevista. “El día que dejé el alcohol cambió mi vida”.

Sus pasiones por fuera de la actuación

Desde muy temprana edad, Bradley Cooper tenía en claro que quería ser un artista. Criado en el seno de una familia católica con ascendencia irlandesa e italiana, su madre trabajaba para NBC y su padre era corredor de bolsa y un ávido cinéfilo. Gracias a este, Bradley fue introducido al mundo de las películas desde muy pequeño, y fue la película El hombre elefante, de David Lynch, la cual finalmente lo convenció de que la actuación era lo suyo (incluso terminó formando parte de una obra teatral de la misma).

Pero antes de dar sus primero pasos en su carrera actoral, Bradley decidió darle una oportunidad a sus otras pasiones. Durante su infancia tenía intenciones de asistir a la escuela militar para mudarse a Japón y convertirse en ninja, pero nunca ejecutó este deseo. Al finalizar sus estudios secundarios, asistió a la Universidad de Georgetown donde se graduó con honores en Literatura Inglesa con especialización en francés. Además, durante sus estudios pasó seis meses de intercambio en Francia, donde perfeccionó el idioma.

Posterior a sus estudios, se inscribió en el Actors Studio, en Nueva York, para enfocarse en su verdadera pasión: la actuación. Durante este periodo, el actor confesó haberse endeudado, pues pidió un préstamo al banco en lugar de pedirle dinero prestado a sus padres. Para poder solventar algunos de sus gastos, en su tiempo libre trabajó como portero del hotel Morgans. 

Y aunque su gran amor es el arte dramático, Bradley Cooper también tiene otras pasiones. Es un gran amante de los animales, le fascinan los dinosaurios y es dueño de dos perros. También disfruta mucho de la cocina, y reveló que cuando era pequeño, solía invitar a sus amigos para prepararles lasagna con cualquier sobra que encontrara en la heladera.

Hoy en día, el actor mantiene una vida tranquila y de muy bajo perfil. Opta por vivir en su ciudad natal, alejado del ruido y la atención mediática de Hollywood. Además, se encuentra muy enfocado en su carrera profesional. Este año saldrán a la luz dos producciones con él: Guardianes de la Galaxia Vol. 3, en la cual prestó su voz para el personaje de Rocket, y Maestro, película biográfica basada en la vida de Leonard Bernstein que él mismo escribió, dirigió y protagonizó.

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