Harry y Meghan bautizaron a Lilibet Diana en California, lejos de la familia real y los protocolos

Tras confirmarse su desalojo de Frogmore Cottage por expreso pedido de Carlos III, el príncipe Harry y Meghan Markle volvieron a darle la espalda a la familia real británica, manteniéndola al margen del bautismo de Lilibet Diana, celebrado en la más estricta intimidad el pasado viernes.

Fue el Obispo de Los Ángeles quien guio la ceremonia y echó las aguas bautismales sobre la pequeña que estaba acompañada por sus padres y su padrino Tyler Perry. Por el momento, se desconoce si hubo o no madrina.

En el caso de Perry, fue el quien lo confirmó en la docuserie de Netflix, Harry y Meghan. Fue el actor, cineasta y compositor quien le prestó su vivienda a los Sussexs cuando llegaron a Los Ángeles y quien los acompañó en su primer tiempo en la ciudad y fuera de la familia real.

"No soy un seguidor de los royals pero un día vi algo sobre su padre. Me habría resultado muy doloroso de haber sido el mío. Cuando mi vida cambió y empecé a tener éxito, algunos familiares cambiaron su forma de ser y eso puede ser doloroso. Inmediatamente empaticé con ella y poco antes de la boda le mandé una nota para que supiera que la vida le había preparado para ese momento, o eso creía yo", expresó, dando cuenta que fue allí donde comenzó una cercana relación de amistad que hoy hace que él sea el confidente de Markle y el elegido para acompañar a Lilibet Diana.

Para amenizar la ceremonia, Perry le obsequió a su ahijada un coro gospel compuesto por diez personas que voló desde Atlanta junto al actor. Entre las canciones elegidas estuvieron Oh Happy Day y This Little Light of Mine, esta última una de las que sonó en la boda de Meghan y Harry.

En un afán por no cortar los lazos con la familia real británica y para mantener la estructura de la línea de sucesión al trono, la pequeña fue a bautizada en la fe anglicana, al igual que su hermano, padre y madre, que debió hacerlo antes de casarse con el príncipe.

Fuentes cercanas a los Duques de Sussex confirmaron, además, que tanto Carlos III como Camilla, y los Príncipes de Gales fueron invitados a la ceremonia pero que declinaron la participación aduciendo una superposición del bautismo con sus deberes reales.

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