Netflix replantea su estrategia de producción, ¿qué se puede esperar de sus futuras producciones?

Netflix replantea su estrategia de producción, ¿qué se puede esperar de sus futuras producciones?

Directivos de la empresa plantearon el lema "más grandes, mejores y menor cantidad" para apalear la caída de suscriptores y la caída de sus acciones.

Nicolás Berte

La noticia impactó: Netflix perdía 200.000 suscriptores el mismo año que apuntaba a hacer crecer su base en 2,5 millones de personas. Es cierto que para quienes trataban el tema de mercado de la plataforma ya se lo veían venir. No es casualidad que el valor de la acción haya caído un 44% desde ese momento. 

Esto puso en acción inmediata a los ejecutivos, quienes intentaron identificar las causas y las soluciones posibles a este bajón que tiene que ser detenido a tiempo, antes de que sea demasiado tarde. Por supuesto (y lamentablemente) su primera decisión fue el recorte de unos 200 empleados, pero eso está lejos de solucionar el problema. 

Al parecer, según un artículo de The Hollywood Reporter, los lineamientos de Netflix en el futuro será concentrar su producción, no escatimar en producciones alentadoras para que subsistan otras y, por consecuencia obvia, realizar menos películas. Más grandes, mejores y menor cantidad. En palabras de Ted Sarandos, CEO de la empresa, la plataforma apuntó a financiar en principio pequeñas películas de arte, pero que en el último tiempo el enfoque se volcó hacia películas como Alerta Roja, Don´t Look Up o The Adam Project, títulos que no solo fueron grandes producciones, también fueron de las películas más vistas de los últimos meses. 

Ted Sarandos anticipó pero no dio detalles sobre lo que se viene en Netflix ¿Tiemblan las pequeñas producciones?

Entonces, si la estrategia anterior a este declive ya se basaba incluía la producción de los títulos anteriormente nombrados (o el de The Gray Man, la película más cara de la historia de la plataforma y que se estrenará este año), ¿cuáles son los cambios que planean? Pues la respuesta la grafican con un sencillo ejemplo: sin agregar películas de presupuestos de 100 millones de dólares, en vez de hacer 2 películas con 20 millones, harían una sola. O sea, dejarían de lado la cantidad de películas "medias" para centrarse en perfeccionar al máximo aquellas que queden seleccionadas. Otra cosa que dejarían de lado serían las producciones como The Irishman, donde inviertieron una enorme cantidad de dinero y dejaron en manos de Martin Scorsese las decisiones creativas. 

En otras palabras, Netflix se transformará en una típica productora cinematográfica: mucho dinero pero no sin condiciones y concentración de producciones que pronostiquen alta rentabilidad. Para quienes soñamos con un cine diverso, en el que en la misma plataforma haya una cantidad variadas de estilos, esto puede significar una mala noticia. Durante los años en los que Netflix se introdujo en la producción de películas, es cierto que tuvo un arranque con una apuesta interesante, con producciones como House of Cards, Sense8 o Roma. Pero con el correr de los años, su inversión en películas creció y se volcó inevitablemente en un sinfín de películas livianas que quedaban en el olvido apenas a la primera reproducción. 

The Gray Man es la última gran apuesta de la plataforma. Costó unos 200 millones de dólares

Un punto que también hay que tener en cuenta es que los competidores crecieron mucho en los últimos años. El envión de la pandemia y el cambio de estrategia de, por ejemplo, Disney, llevó a que hoy se hable de distintas plataformas, distinto a los comienzos de la N, cuando era líder absoluta del mercado. Y Netflix quiere dar la pelea en la punta de la pirámide, no considera importante perfeccionar o explorar nichos, sino que apunta a ser la plataforma de superproducciones líder. 

Más allá de las declaraciones al respecto, la empresa sí realizó un recorte en el área de animación y en desarrollo de películas independientes. Si bien no ha dado informaciones precisas al respecto, también se despiertan dudas con respecto a las producciones internacionales de la N, que en general no llegan a ser siquiera inversiones medias, pero que quizás entren también en el recorte y concentración de inversiones. 

El sueño de un Netflix diverso empieza a perder fuerza, quizás sea tiempo de que nosotros, como veedores (nótese la omisión de la palabra espectadores) ampliemos el consumo para que, en conjunto con sus "tanques", la N no se olvide de las miles de película que le dan vida al cine que conocemos. 

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