Tres películas que puedes ver en HBO Max si te gustó La La Land

Tres películas que puedes ver en HBO Max si te gustó La La Land

Recientemente, La La Land aterrizó en el catálogo de HBO Max. Si eres un amante de los musicales, o simplemente tienes ganas de ver algo parecido, te recomendamos estas tres películas que además, sirvieron como fuente de inspiración para la película dirigida por Damien Chazelle.

Redacción QueVer

Redacción QueVer

La La Land se estrenó en 2016 y rápidamente se posicionó como uno de los mejores musicales del siglo 21. Protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling, la película se encuentra bajo la dirección de Damien Chazelle. En cuanto a su historia, esta nos presenta a Mia, una aspirante a actriz, y Sebastian, un pianista de jazz. Ambos se conocen por casualidad pero rápidamente se enamoran, sin embargo, sus aspiraciones y personalidades comienzan a presentar un conflicto en la relación.

La película está disponible en HBO Max y curiosamente, en dicha plataforma también se encuentran algunas películas que sirvieron como fuente de inspiración de la misma. Ya sea por su puesta en escena, por sus vestuarios o por sus locaciones, los guiños y las referencias se hacen presentes. Si ya viste La La Land y te quedaste con ganas de más, no puedes perderte estas recomendaciones.

Singin’ in the Rain

También conocida como Cantando bajo la lluvia, es un musical que data del año 1952 y es considerado el mejor musical de la historia del cine. Está protagonizado y dirigido por Gene Kelly y además cuenta con las actuaciones de Debbie Reynolds y Donald O’Connor. La historia se ambienta en el mundo del cine, cuando se produce la transición del cine mudo al cine sonoro, y donde dos actores se enamoran.

Debbie Reynolds y Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia.

Estamos hablando de un clásico del cine y su influencia en La La Land se ve con mucha claridad. Desde el baile alrededor de un farol hasta la puesta en escena, el vestuario, los colores, las coreografías. Incluso la vestuarista de la película reveló que se habían inspirado fuertemente en las películas de la época ya que buscaban realizar un musical moderno pero que a su vez recordara a los musicales de la edad dorada. Y sin dudas, Singin’ in the Rain pertenece a esa época y es una película que debe ser vista al menos una vez en la vida.

An American in Paris

Otro clásico del cine protagonizado por Gene Kelly. Estrenada en el año 1951 y dirigida por Vincente Minnelli (el esposo de Judy Garland y padre de Liza Minnelli). La película se llevó el Premio Oscar a la mejor película y a Mejor Fotografía a color, Mejor Vestuario y Mejor Decoración. También es considerada como uno de los grandes musicales del cine.

Tal como lo dice su título, la película nos presenta a Jerry Mulligan, un americano que, después de la guerra, se muda a París para trabajar como pintor. Pero pronto se ve envuelto en un triángulo amoroso entre una millonaria estadounidense y una joven que resulta ser la prometida de su amigo. 

An American in Paris ha sido una gran fuente de inspiración para La La Land.

Un americano en París también fue gran influencia para la película dirigida por Damien Chazelle, especialmente en lo que respecta al diseño de producción y al final. En ambas películas, durante una de las secuencias musicales finales, los personajes cantan y van pasando por diferentes decorados que van cambiando de color y ambientación.

Rebel Without a Cause

Un clásico indiscutible del cine, y además la película que catapultó a la fama a James Dean. Se estrenó en 1955 y estuvo dirigida por Nicholas Ray. Además de Dean, contó con las actuaciones de Natalie Wood y Sal Mineo. La película se centra en un grupo de jóvenes problemáticos que constantemente se encuentran en disputa por cuestiones amorosas y territoriales, sin embargo, su rebeldía termina con consecuencias letales.

Rebelde sin causa, una de las pocas películas que protagonizó James Dean.

Los guiños de La La Land a este clásico del cine son más que obvios. Sebastian invita a Mia a una proyección de Rebelde sin causa y luego de eso, ambos acuden al Observatorio Griffith, planetario que se volvió la locación icónica donde gran parte de la película toma lugar. 

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