La escena más romántica que Jennifer Lawrence protagonizó en una película

Pocos actores y actrices pueden hacer alarde de gozar de una carrera llena de éxitos y reconocimientos como Jennifer Lawrence. A sus 32 años, la intérprete ha protagonizado más de una decena de éxitos y se ha consagrado con cuatro nominaciones a los Premios Oscar.

Con tan solo 20 años, Lawrence recibió su primera nominación a Mejor Actriz por la película Winter's Bone. Dos años después consiguió otra candidatura por Silver Linings Playbook, premio que finalmente obtuvo en 2012, convirtiéndose en la segunda actriz más joven en recibirlo. Al año siguiente recibiría otra nominación, esta vez en la categoría de Actriz de Reparto por American Hustle, y en 2015, volvió a ser nominada a Mejor Actriz por Joy.

A lo largo de su carrera, Jennifer ha explorado todo tipo de géneros. Desde dramas, comedias, pasando por sagas de acción y hasta películas de superhéroes. Pero fue en 2016 que se entregó al género de ciencia ficción con Passengers (Pasajeros).

La cinta plantea un escenario en que la Tierra ha sido impactada por un meteorito y una nave espacial con miles de personas a bordo se lanza al espacio con el objetivo de encontrar un planeta y asentar una colonia. Durante el viaje, una cápsula de hibernación sufre un desperfecto y Jim Preston despierta antes de tiempo. Tras hacer todos los intentos por volver a hibernar, Jim decide despertar a otro tripulante, la elegida es Aurora Lane.

Cada uno de estos personajes están interpretados por Jennifer Lawrence y Chris Pratt. A medida que la película transcurre, la atracción entre estos dos personajes se vuelve cada vez más evidente. Especialmente si se tiene en cuenta que están los dos solos en una nave espacial a la deriva, el romance no tarda en llegar.

Esta situación lleva a una de las escenas más románticas de la película, donde los personajes de Jim y Aurora dan rienda suelta a la pasión. Luego de compartir una cena romántica, cada uno de los personajes se dirige a su habitación pero acaban fundiéndose en un apasionado beso que lo llevará a tener un encuentro íntimo.

La escena es muy cuidada y los actores muestran lo justo y necesario para dejar que el espectador imagine lo que sucede a continuación, pero es la química entre Lawrence y Pratt lo que se lleva la mayor parte de los elogios.

A pesar de que en la pantalla todo luce idílico y romántico, la situación detrás de cámaras fue muy distinta. De hecho, ambos intérpretes reconocieron que a la hora de filmar la escena se sintieron muy torpes. Y lo que es más sorprendente aún, a Jennifer Lawrence le preocupaba el hecho de que Chris Pratt estuviera casado, lo que la hizo sentir muy culpable.

La ganadora del Oscar confesó que para poder rodar la escena y despojarse de todo prejuicio, tuvo que tomarse algunos tragos y así poder relajarse y dejarse llevar por la pasión que su personaje debía experimentar.
 

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