El motivo por el cual Clint Eastwood odió trabajar con Shirley MacLaine

Clint Eastwood y Shirley MacLaine son dos de las pocas estrellas sobrevivientes del Cine clásico de Hollywood. La actriz, quien comenzó su carrera a mediados de la década del 50, ha formado parte de algunos clásicos como La vuelta al mundo en ochenta días, Piso de soltero, Dulce caridad, La mentira infame, entre otras.

Por su parte, Clint Eastwood ganó popularidad por protagonizar algunos de los westerns más populares del cine como Por un puñado de dólares y El bueno, el malo y el feo así como también la saga de películas de Harry, el sucio. Además, también se ha destacado por su carrera como director con películas como Río místico, Golpes del destino, Gran torino, entre otras.

Ambos actores se cruzaron una sola vez durante sus carreras, y lo hicieron en 1970 en la película de western y acción, Dos mulas para la hermana Sara. La misma contó con la dirección de Don Siegel y el protagonismo de Eastwood y MacLaine. 

La historia nos presenta al soldado Hogan, quien rescata a una joven monja de ser abusada por un grupo de bandidos. Allí, descubre que la mujer, quien lleva el nombre de Sara, se encuentra buscando fondos para ayudar a los revolucionarios mexicanos a luchar contra los franceses. De esta manera, el dúo se embarca en una aventura para conseguir el dinero y trasladarse al lugar e impedir el ataque. 

La película llegó a ser un gran éxito y logró cosechar muy buenas críticas gracias a la historia, la música de Ennio Morricone y las actuaciones de sus protagonistas. Sin embargo, la buena química que estos compartían en pantalla, distaba mucho de ser la misma cuando las cámaras se apagaban. Lo cierto es que la relación entre Clint Eastwood y Shirley MacLaine era muy mala, al punto de que llegaron a convertirse casi en rivales.

El primer punto que ocasionó esta mala relación fue que Clint Eastwood quería a Elizabeth Taylor para ocupar el rol de Sara, sin embargo, cuando la actriz rechazó el papel, MacLaine fue elegida en su lugar. Aún así, ni Clint ni Don Siegel consideraban que la actriz fuera la adecuada, especialmente por su tono de piel, el cual era demasiado blanco como para interpretar a alguien que se suponía era mexicana.

Por su parte, la actriz no tenía la mejor fama de ser fácil de lidiar y tanto Eastwood como el director, confirmaron que no fue nada placentero trabajar con ella. Según las propias palabras de Siegel “Es muy difícil sentir algo de simpatía por ella. Es muy poco femenina”. Además, afirmó que era muy difícil trabajar con ella y tanto él como el actor juraron no volver a trabajar con ella. 

Como si fuera poco, Shirley MacLaine estaba muy disconforme con el lugar de rodaje y las condiciones. Además de haber enfermado durante este, se molestó mucho al descubrir lo mal que se veían sus pestañas falsas, las cuales eran muy notoria en el filme. Sin embargo, cuando se dio cuenta de este detalle, ya era muy tarde para retirarlas, por lo que tuvo que hacer el resto de la película muy disconforme con su aspecto y credibilidad.

Ni él quería trabajar con ella ni ella con él. Fue un sentimiento mutuo y muchos pensaron que su rivalidad nunca terminaría luego de que la actriz ni siquiera hiciera mención del actor en sus memorias o en entrevistas. Sin embargo, en 2015, tuvo unas palabras para dedicarle a su compañero de Dos mulas para la hermana Sara. “Él es brillante, y muy divertido, porque es conciso y ni siquiera se da cuenta. Lo adoro.”

Tras esta película, Shirley MacLaine y Clint Eastwood tomaron caminos separados y hasta el día de hoy, ambos siguen muy activos en la industria. Clint sigue muy entregado a su labor como actor y director mientras que ella continúa deleitando al público con su talento. Entre sus últimos trabajos se encuentra Only Murders in the Building.

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