Tu casa o la mía: Una comedia romántica con buenas intenciones pero que se queda a mitad de camino

Tu casa o la mía: Una comedia romántica con buenas intenciones pero que se queda a mitad de camino

Protagonizada por Reese Witherspoon y Ashton Kutcher, el flamante estreno de Netflix no logra terminar de convencer pese a que tiene dos grandes actores al frente. Un viaje de autodescubrimiento que termina con una protagonista empoderada y su compañero, sin muchas respuestas.

Delfina Ortega Nodar

Delfina Ortega Nodar

Reese Witherspoon y Ashton Kutcher, un dupla que prometía y mucho pero que, lamentablemente, queda a mitad de camino con una comedia romántica que plantea una historia diferente dentro de este género.

Tu casa o la mía sigue a los mejores amigos (y polos opuestos) Debbie y Peter. Si bien viven a kilómetros de distancia, sin incondicionales el uno con el otro a tal nivel que cuando ella necesita su ayuda, él pone rumbo a Los Ángeles para que Debbie pueda desplegar sus alas en Nueva York.

Uno de los únicos momentos que los dos protagonistas se cruzan cara a cara más allá de las llamadas y mensajes
Crédito: Netflix

Con un intercambio de casas de por medio que los lleva a redescubrir su vínculo y entender por qué nunca funcionó con sus otras parejas, el film logra en parte este cometido aunque le falta un ingrediente clave para que esta receta funcione: más tiempo de los protagonistas juntos en pantalla.

Si bien la historia para Reese se resuelve bien, con un autodescubrimiento que cambia desde la forma en qué percibe el amor, a ella misma y a su profesión; para Ashton la historia se desinfla y termina convertido en una simple acompañante para la protagonista absoluta de la película.

Nosotros ya la vimos y solo podemos decirte que sí, es la cinta para ver un fin de semana en casa, sin muchas expectativas y con ganas de pasar un momento grato y no mucho más.

Al tratarse de un viaje de autodescubrimiento de un personaje femenino, nuestra invitación a verla es, meramente, a nuestras lectoras que podrían sentirse identificadas con lo que le sucede a Debbie y su posterior resolución.

Ahora bien, más allá de todo lo que no nos terminó de convencer, seguramente, te preguntarás del otro lado si vale o no la pena Tu casa o la mía. En nuestra opinión, sí. Tiene varios momentos destacables, como un divertido inicio en el que se le deja en claro al espectador que uno está en el 2003 y un tierno encuentro entre los dos protagonistas promediando el final; y una fotografía de ensueño que hacen que valga la pena verla, aunque no sea una película que vayas a recordar toda la vida.

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