Conoce a Elena Rivera, protagonista de la nueva serie furor de Netflix

De sonrisa contagiosa, cabello castaño oscuro y 1.59 metros de altura, Elena Rivera es la revelación de la temporada gracias a su gran trabajo en “Alba”, la nueva serie furor de Netflix.

Nacida el 29 de agosto de 1992 en Zaragoza, entre 1999 y 2000, la actriz participó en el concurso musical “Menudas estrellas” show que la catapultó a la fama con una imitación de Paloma San Basilio que hizo emocionar a España entera.

Si bien el concurso la llevó a la cima como cantante, no fue hasta el 2005 que le dio visibilidad a su costado actoral con Karina Saavedra, personaje que interpretó en “Cuéntame cómo pasó”, serie insignia de TVE.

Hoy se luce en “Alba”, la serie que narra, en 13 episodios, la historia de Alba, “una joven se despierta en una playa con señales de haber sido violada, pero sin recordar nada de la noche anterior. Luego descubre que sus agresores son amigos de su novio”.

Remake de la novela turca “¿Qué culpa tiene Fatmagül?”, la serie plantea una problemática a la que se enfrentan infinidad de jóvenes mujeres alrededor del mundo y con la que la actriz se sintió muy movilizada.

“Soy mujer y cuando empecé a meterme en la piel de Alba, sufría mucho por todo lo que ella vive y sufre. Y no solo por el hecho de la violación múltiple sino lo que viene después. El proceso de intentar volver a su vida normal y demostrar que no era culpable”, dijo.

Sobre la producción, Rivera destaca su veracidad y tino a la hora de contar una historia por demás compleja: “El tema a tratar no ha sido fácil. No deja de ser una cuestión que desgraciadamente está a la orden del día. Lo hemos tratado con el máximo respeto y mimo posible. Si bien es cierto que luego existen otras subtramas, lo de la violación es el punto de partida de la serie y ha sido bastante duro. El equipo me ha ayudado mucho a crear la historia que queríamos contar”.

A los 29 años Elena se aleja de la niña prodigio que la hizo conocida para convertirse en una actriz hecha y derecha que esconde, bajo el brazo, un título universitario: Magisterio de Educación Infantil.

“En esto del 'artisteo' igual puedes estar arriba que abajo, y prefiero tener algo seguro. Siempre he soñado con ser maestra de niños pequeños”, confesó.

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