Olivia Cooke, Alicent en House of the Dragon, abre su corazón y habla de su peor momento personal

Olivia Cooke es una de las actrices del momento gracias a su interpretación de Alicent Hightower en “House of the Dragon”. Con una maestría y talentos únicos, la británica se destaca en el elenco, probando que es una intérprete con todas las letras. Pese a tenerlo todo, el camino para llegar hasta aquí no fue fácil para ella que vivió una etapa de oscuridad a los 22 años.

Mientras protagonizaba de “Bates Motel”, la actriz debió trasladarse de Londres a Canadá para rodar, lo que la sumió en una profunda depresión debido a la distancia de su hogar y de sus seres queridos.

“Agradecí mucho aquel proyecto, pero fue un momento difícil. Por cómo funcionaba el calendario, teníamos diferentes líneas argumentales así que pasaba mucho tiempo en mi apartamento en Vancouver, trabajando una vez cada dos semanas. Fue una mezcla de cosas: echar de menos mi hogar, no haber parado desde que tenía 18 años, estar sola durante largas temporadas... Fue muy malo, horrible, de hecho”, dijo.

Actriz de método, Cooke no dejó de trabajar y escondió la depresión interpretando una faceta de ella misma que hacía tiempo había perdido. “Trabajé durante todo el tiempo. Fui muy buena escondiéndolo”, explicó.

Con el tiempo, y gracias al trabajo y la terapia, pudo sobreponerse y salir adelante. De Nueva York regresó a Londres y rompió su relación con Christopher Abbott, el actor que daba vida a Charlie en la serie de Lena Dunham, “Girls”, dos cambios decisivos en su recuperación y de los que hoy no se arrepiente.

En el ojo público gracias a Alicent Hightower, Olivia Cooke reveló que lo suyo son los roles más anónimos e independientes.

“Me resisto a las cosas que son populares, pero en mi propio detrimento, porque es realmente buena. Llevo una década trabajando y me las he arreglado para vivir en un cierto anonimato”, confesó.

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