Cómo Cobra Kai le cambió la vida a William Zabka en dos oportunidades

Hay personajes que le cambian la vida a los actores y hay actores que le cambian la vida a los personajes; o ambas, como el caso de William Zabka y su Johny Lawrence del clásico de los ’80, “Karate Kid”, y “Cobra Kai”.

Nacido en 1965 en Estados Unidos en el seno de una familia de ascendencia checa, siempre supo que quería ser actor, pero jamás imagino que uno de sus primeros roles sería el que lo llevaría a la cima y el que lo haría amar las artes marciales.

Gracias a Johny Lawrence, el bravucón que sometía a Daniel LaRusso (Ralph Macchio), cumplió su anhelo y creció en la industria. Gracias a las herramientas que le dio este rol pudo sortear, con bastante éxito, la época de escasez de roles en la que solo se lo tenía en cuenta para papeles pequeños en producciones independientes o para TV; centrándose en sus estudios de cine para ponerse detrás de cámara. Fue en este ámbito en el que recibió uno de los mayores honores de su carrera: en 2004 fue nominado al Oscar por el guion de “Most”, un corto dirigido por Bobby Garabedian.

Ya alejado de la escena, fue Lawrence quien lo convocó de nuevo al centro con “Cobra Kai”, una serie que continua la historia de “Karate Kid” y que se convirtió en todo un éxito; y que le sirvió al actor para volver a recobrar su fama y, además, redimir a su personaje y darle una nueva chance.

Puede que Johny Lawrence haya sido el villano en las películas, pero en la serie se encuentra atravesando un divorcio, y con una relación distante con su hijo, Robby Keene. Es en la adultez donde el personaje cambia de rumbo y se redime, reabriendo el Dojo Cobra Kai en un intento por reparar los errores de su vida.

"Su discurso era tan sólido y realmente tenían tanta pasión por ‘Karate Kid’, por sus personajes, y se les veía tan apasionados por mí como un chico malo… Querían darme la oportunidad de tener un poco de redención y me resultó super emocionante”, contó el actor sobre el encuentro con los creadores de la serie después de haber rechazado el papel.

Así es como Zabka salva a Lawrence y Lawrence lo salva a él. En esta historia no hay villanos, solo un actor y su rol más importante, tratando de buscar su lugar y de recuperar el espacio perdido.